Comida.

Llevaba una dieta normal: carnes de todo tipo, huevos,
productos lácteos y..., muy de vez en cuando, verduras.
Comía 3 veces por día y un cafecito me hacía llegar a la cena.
Por desgracia, hace mucho dejó de ser así.

Mi estómago se achicó.   

El médico me recomendó aumentar mi dosis de verduras.
Mi almuerzo y mi cena se convirtieron en: verduras insípidas,
legumbres insípidas, tubérculos insípidos. Por un tiempo, mi
estómago respondió como debía. Pero no.
Empecé vomitando una cuarta parte de lo que comía. Luego, la
mitad.
Ahora, no sólo vomito lo que como, vomito lo que otros comen.

Gris.

Se destejía la luz del cielo
como al vida del viejo Laertes,
alguien caminaba por la acera;
sobre el halcón embaldosado,
en un sinfín de oscuridad,
arrogante,
un lirio pintaba el pavimento.
Tal vez esa persona se detuvo,
por instinto o por pena,
a observar la laboriosa,
la fatídica tarea.
Quizás intentó ayudarle,
hablarle,
pero fue en vano.
A veces cruzaba gente gris,
cansada y aburrida,
esta,
sin advertirlo,
recibía una mancha en un zapato o
unos trazos sobre la camisa.

Por la mañana,
una cruenta y burgués
entrevista de trabajo
no se apiadó de su rincón.

Por la tarde,
cuando se destejía la luz del cielo,
alguien nunca pudo volver a confiar en sus ojos.

La mano impura del Mesías.

La mano impura
del mesías
vive
en ti
en mi
sólo imagen
o fanatismo o codicia
pero existe
en tu impureza
en vos salvación
en mí discípulo

paisaje de un alba triste
ácido y sangre y hierro
la muerte no es concepto lejano
sino vida

el put predicador
quién se cree que es
para cuestionar al amor

y qué idiota soy
cuando te extraño
como madre o demonio
cuando recorro
esos baldíos amplios
con sabores pasados
o cuando tu túnica de ángel
beso

cuando me cobijo
en corazones
que imagino
que siento tuyo
o tal vez no tanto.

Antítesis.

1.
Si me sumerjo en las callosidades de la Muerte
-Utilizando arpones de sombra-
anido en El enorme lago de Caronte
-quien,
Refugiado en su rutina,
se olvida de la Tropical temperatura
del reino Esplendoroso.

2.  
Etréum se posa
mira a Ánul
envidia su pureza.
         
         Y viceversa.
3.
Antes de suicidarme, la Muerte me dijo: "Te espera un mejor
lugar".
No fui.